martes, 19 de diciembre de 2017

La historia de la oroya

Historia de la ciudad

La Oroya es una ciudad enclavada en la sierra central de Perú a más de 3750 m.s.n.m. en la región Junín, la historia de la provincia se remonta al 10 de diciembre de 1906 y La Oroya como distrito capital desde el 18 de setiembre de 1942.
La provincia de Yauli está compuesta por diez distritos incluyendo el distrito capital y estas son:
  • La Oroya,
  • Chacapalpa,
  • Huayhuay,
  • Marcapomacocha,
  • Morococha,
  • Paccha,
  • Santa Bárbara de Carhuacayan,
  • Santa Rosa de Sacco,
  • Suitucancha,
El nombre de La Oroya tiene un significado de la palabra quechua “uruya” que significa puente, tiempo después antes de la llegada de los españoles este lugar era conocido como Callapampa por las bifurcaciones que hay en ella y la pampa que existía en medio. El paso de los conquistadores por estas tierras dejó profundas huellas al fundar ciudades, muchas de ellas con nombres de santos; tal es nuestro caso que el primer nombre de nuestra ciudad fue San Jerónimo de Callapampa, el 20 de Julio de 1681. Posterior a la Independencia Nacional, el 15 de noviembre de 1893, mediante ley se le denomina Villa de La Oroya.
La Oroya siempre fue un lugar de tránsito; pero esto se acentuó aún más con la culminación del tramo de la vía férrea que la unió, en 1883, con Chicla, última estación del ferrocarril central cuyo paradero inicial era la ciudad de Lima. La culminación de este tramo influyó decisivamente en el desarrollo económico de La Oroya, toda vez que hasta entonces, el transporte del mineral de Cerro de Pasco, Morococha, Huancavelica, Yauli y Lima se hacía todavía a lomo de llamas.
En 1892 capitales extranjeros formaron la Compañía Mercantil de La Oroya, la cual compró varios terrenos en esta ciudad para construir hoteles y edificios con el objetivo de instalar agencias mercantiles y almacenes de depósitos. Esta empresa adoptó el nombre de Compañía Mercantil del Perú en 1909; décadas después la empresa  Cerro de Pasco se hace propietaria de esta red comercial al adquirir todas sus acciones.
Uno de los puntos de quiebre de nuestra historia es tener como referencia el año 1921, donde la empresa norteamericana Cerro de Pasco Copper Corporation por motivos estratégicos decidió trasladar su fundición desde la zona de Tinyahuarco (Cerro de Pasco) hacia La Oroya, decisión que fue tomada tras la adquisición unas minas en Morocoha y Casapalca, ya que esto permitirá la fundición y refinación de sus minerales en una zona céntrica de toda la compañía. Por eso hablar de La Oroya es hablar de la fundición y de costumbres norteamericanas que desde entonces la ciudad comenzó adoptar como suyas, un ejemplo palpable y que nos debe de llenar de orgullo es el caso de las truchas, un pez que no es oriundo de nuestro país y que fue traído y encubado por primera vez en nuestra ciudad  años posteriores durante la década del 40 la fundición de La Oroya fue considerada por la revista “Minería Chilena” como la mejor fundición en Sudamérica y la cuarta en el mundo, por ello el apelativo de “La Oroya Capital Metalúrgica del Perú y Sudamérica”; desde entonces nuestra ciudad tuvo un auge de crecimiento.
Durante el último trimestre del año 1973, cuando el entonces Presidente de la República Juan Velasco Alvarado llego a nuestra ciudad declaro que estatizaría todas las propiedades de la empresa norteamericana, así el 1 de enero de 1974 nació la Empresa Minera del Centro – CENTROMIN PERÚ; el crecimiento de La Oroya seguía en pie durante la década de los 80, solo en La Oroya había un aproximado de 12 mil trabajadores estables, a mediados de la década de los 90 el estado peruano decide volver a privatizar la fundición y así en octubre de 1997 nuevamente una empresa norteamericana llega en nuestras tierras, desde entonces la empresa Doe Run Perú viene trabajando en nuestra ciudad, aunque con algunos problemas económicos, en estos últimos años que han afectado a nuestra provincia pero de seguro dentro de unos meses una nueva empresa llegara en nuestras tierras y traerá consigo un nuevo crecimiento de nuestra Oroya.


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